Tres historias cortas (algo largas)
Rafael Caro Quintero y el Sexólogo de Cuautla
Triple Cruz y la Virgen de Forli
Seis lecciones de Madame Tarasca
Las historias de tres jugadores increíblemente audaces.
Por 40 monedas de plata, un médico sociópata se alista en un juego de espionaje que desafía a la muerte con el narcotraficante más peligroso de América Latina; una "maestra piadosa" enfrenta a todos los bandos y (así lo cree ella) sale victoriosa; una anciana india tarasco, ahora "reformada", vuelve a sus viejos juegos pero con un grupo más nuevo y mucho más joven de jugadores primerizos.
La siguiente es una entrevista en video de Rafael Caro Quintero, uno de los personajes principales de mi primero de tres cuentos, Rafael Caro Quintero y el Sexólogo de Cuauatla . Hoy Caro Quintero es un hombre libre.
El narcotraficante mexicano fugitivo Rafael Caro Quintero pide una "segunda oportunidad"
Rafael Caro Quintero fue el señor indiscutible de los narcotraficantes y jefe de capos en las Américas durante los años 1970 y 1980 . El fundador del Cartel de la Droga de Guadalajara, cofundador (con su hermano Miguel) del Cartel de la Droga de Sonora, que controlaba el cultivo, la producción y el tráfico de drogas desde México y América Central y del Sur.
El legendario narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero ha negado haber desempeñado algún papel importante en el asesinato en 1985 de un agente de la DEA , y ha refutado informes de que actualmente encabeza un asalto en territorio controlado por antiguos aliados del cartel de Sinaloa.
En cambio, el fugitivo de 63 años dijo a la revista Proceso que ha pagado con creces por sus crímenes y apeló a los gobiernos de Estados Unidos y México para que le permitan disfrutar de su vejez en paz.
"En nombre de la humanidad creo que merezco que me dejen en paz", afirmó Caro Quintero en la entrevista publicada este domingo. "No estoy involucrado en ningún problema de este tipo y menos aún en ningún tipo de guerra".
La liberación de Caro Quintero de prisión en agosto de 2013, después de cumplir 28 años de una sentencia más larga por el brutal ataque al agente Enrique "Kiki" Camarena, provocó una reacción airada del gobierno de Estados Unidos y de la DEA.